Hoy vamos a participar del desafío que nos propone Lida Castro Navas. Nunca me niego a una invitación a Jugar y sobre todo si es escribiendo.
https://lidiacastronavas.wordpress.com/escribir-jugando/
Cuando las horas atraviesen el inquietante hielo y la espesura del olvido se concrete con la última copa, tal vez el miedo al dolor remonte vuelo como un pájaro. No hay catapulta que le extirpe la soledad, ni alcohol en donde ahogar los recuerdos. El tiempo seguirá insistentemente su andar, convertirá en primaveras el invierno. Pero el frío del alma no sabe de relojes, ni horas, solo sabe de silencios.
Hola, Miranda. Muchísimas gracias por la visita a mis Caracolas y vengo —gracias también por avisarme porque a veces me pierdo— a disfrutar tu poesía, la prosa bella que has empleado en este breve texto donde concentras tantas cosas.
ResponderBorrarEs cierto, el frío en el alma es debastador.
Un beso enorme y me iré pasando.
Feliz fin de semana.
¡Muchas gracias Mag! Tu comentario me anima a seguir alimentando mi pequeño espacio que aún se está armando. Es un honor saber que me leerás. Buen finde
BorrarWow, me ha encantado, Miranda. Has escrito una preciosa prosa poética llena de sentimiento. Mi enhorabuena. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo grande 💜
ResponderBorrarMe alegra que te haya gustado, Lidia. Fuiste muy inspiradora. ¡Gracias!
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